El equipo de Aníbal Biggeri se quedó con un tibio empate en San Martín ante un Patronato que hizo lo que venía a hacer: tirar centros a las torres y conseguir un gol de pelota parada.
Sábado a las 12 hs. (gestión A.Pre.Vi.De) dispuso A.F.A y allí estuvimos en nuestra casa, en el sagrado templo funebrero, en la nublada Villa Maipú. El funebrero salía a cancha con dos cambios: Acuña por Fernández, quien fue reemplazado en la zaga central por Brian Ortiz, y el regreso de Víctor ‘Chapa’ Zapata por Nizzo. Biggeri presentaba en cancha nuevamente el esquema que le gusta y que tantos resultados nos dio, el 4-2-3-1.
El comienzo del partido fue muy friccionado, tanto de un lado como del otro. Nuevamente Mellado impreciso en el mediocampo, pero con la defensa bien plantada ante la torre (si, era una auténtica torre) que es el 9 de Patronato.
Con el correr de los minutos, Chacarita comenzó a hacerse eje del balón trasladándolo pegado al piso, por cortesía de Víctor Zapata. En esos minutos, Mellado volvió a acomodarse y el conjunto de Paraná no pudo atacar el arco defendido por Taborda. Pero Chaca se convertía en una pila de nervios cada vez que el ataque llegaba a tres cuartos de cancha. Siempre se moría en el centro a Elías Zapata, que poco pudo hacer ante la férrea marca del zaguero central del conjunto rojinegro.
Poco y nada para remarcar en ese primer tiempo, daba la sensación de que ambos se conformaban con el empate parcial.
Ya el segundo tiempo arrancó distinto. ¿Por qué? Porque Chacarita salió decidido a buscar el encuentro, de contra esperaba la visita que no generaba peligro cuando combinaba jugadas pero sí lo hacia en algún que otro tiro de esquina o pelota parada. El ingreso de Menéndez le dio aire fresco a un equipo ahogado ya en el promedio de la segunda mitad. De hecho, desde los pies de Jonathan, tras un desborde, llegaría el centro para el gol de Rodrigo Aliendro (goleador de Chacarita con siete tantos).
En el mejor momento llegó el gol, porque Chaca atacaba, Patronato se replegaba cada vez más. Y parecía que iba a terminar así, pero, como siempre, ellos buscan ser protagonistas de todos los partidos. Sí, hablo de la terna arbitral. Si empezamos a enumerar los errores de Alejandro Castro hoy podríamos estar toda la tarde, pero vamos a quedarnos con tres puntuales: 1) Todas las jugadas divididas eran a favor de la visita (sí, usualmente es todo lo contrario. 2) En la jugada previa al tiro de esquina hay una falta enorme en perjuicio de Paredes no sancionada. 3) En el gol de Patronato hay un claro offside por parte de Garrido, que es quien convierte el tanto del empate sobre el final.
Aunque caerle al arbitro sería ser necios, también hay que remarcar la falta de ideas y la falta de recursos a la hora de terminar una jugada en ataque. Además, cabe recalcar que hoy no se sufrió tanto en materia defensiva como en partidos anteriores.
Mientras tanto, cada vez nos alejamos más de los puestos de ascenso, y se alarga la racha de no conseguir victorias en San Martín.
[highlight ]Jonatan Gramuglia[/highlight]