A pesar de la carencia absoluta de datos y referencias oficiales, durante estos más de 165 días de cuarentena aumentó exponencialmente en todo el Partido de la Costa el número de desocupados y trabajadores precarizados y a destajo.
Más que una desocupación de verano
Con mayor asiduidad, día a días se observan con claridad a muchísima gente que obligadamente debe salir a las calles a buscarse el ingreso cotidiano, a base de ventas que van desde comidas caseras a medias y bolsas de residuos. Ante esta triste realidad, también las ollas populares y los comedores comunitarios se expanden en su desarrollo por todo el distrito, llegando incluso a verse desbordados por una gran demanda y la desatención absoluta por parte del Estado.