La cruel opresora empresa Mundo Marino, esa especie de penitenciaría de la fauna marina, construyó una barricada para protegerse de la crecida del mar provocando que las anegaciones que sufrieron por el mismo motivo varios barrios de San Clemente linderos a ese [highlight ]“circo acuático mediático y atroz”[/highlight] se profundizaran.
Con la anuencia del Gobierno local, representado en la figura de uno de sus máximos y más antiguos portavoces, Gustavo Caruso, la carcelera “Mundo Maligno” -sector privado de la sumidora economía predilecta del poder político en general- privilegió el cuidado de sus intereses bastardos, a la inclemencia y los inconvenientes que padecen los pobladores de vastas zonas sanclementinas, que se encuentran bajo el agua producto de la sudestada que azotó estas costas y las de General Lavalle.
“Mundo Maligno” es una organización empresarial que se dedica a la explotación de animales que mantiene en cautiverio y maltratados, y a los que usa comercialmente para incrementar sus arcas y su sed torturadora y asesina.