Domingo, 16.15 hs. en Córdoba; a priori un partido en el que Chacarita podía cortar la racha sin triunfos en condición de visitante, dado que el rival no era de los más fuertes hasta el momento en el torneo.
Comenzaba el partido y Chacarita intentaba manejar la pelota de mitad de cancha en adelante, pero esto duraría lo mismo que un auto con las llaves puestas en cualquier parte del conurbano bonaerense. Porque “la gloria” pasó por arriba literalmente al conjunto de San Martín, en el peor partido de la defensa funebrera (hemos tantas veces elogiado a la dupla central que hoy hay que reconocer que no fue el mejor partido).
En el minuto 13, Bernardi con un centro interminable al punto penal habilitó a Magnín quien, ingresando en diagonal, anticipó a Fernández y puso el 1 a 0 para el local. Baldazo de agua fría para el funebrero, porque si bien no tenía el dominio del balón, todavía no había una gran diferencia en el campo de juego.
Si bien no fue grande la diferencia entre los equipos, ganaba el que menos se había equivocado en defensa. Hasta que al minuto 37, en una falta infantil, de esas que es común ver en el fútbol juvenil en las categorías más chicas, sobre Fernández, Pezzotta, que estaba muy bien ubicado, cobró penal. Sin dudar, sin vacilar, Elías Zapata agarró la pelota y no dejó que se la saque nadie. Él sería el encargado de cambiar el penal por gol, como marcan los libros del fútbol, en las difíciles se patea fuerte al medio y así fue como Zapata convertiría su tercer gol en el tercer partido consecutivo como 9 funebrero.
Se iría el primer tiempo y con él la sensación ambigua que nos había dejado un primer tiempo sin demasiados sobresaltos, pero con la esperanza de ver un Chacarita que se suelte un poco más en el ataque, y vaya amigos si fue así. En el primer ataque del segundo tiempo, Menéndez jugó con Melivilo, tirado en la puerta del área, éste fue girando sobre la marca del jugador de “la gloria” y en el hueco que encontró, tiró el centro en dirección a Rodrigo Aliendro que con el último suspiro llegó a conectar con el pie el balón y puso el 1-2 en el comienzo.
Si aquel gol de Instituto fue un baldazo de agua fría, el gol de Chaca era como salir a caminar por el glaciar Perito Moreno en cuero. Para colmo de males, al instante del gol, Hoyos le tapó el 1-3 a Menéndez, y en ese tiro de esquina Aliendro se interpuso, adelantado, en la dirección de la pelota de Fernández que también terminaba dentro del arco.
Pero cuando creíamos que el partido iba a ser otro, cuando creíamos que Chacarita por fin se iba a decidir a atacar y poner en un arco al rival, pasó todo lo contrario: Instituto llegaba con mucha frecuencia al arco de “SAN” Taborda, que salvó una y otra vez la caída del arco.
Pero, a los 12′ del segundo tiempo, en otro centro largo, Magnín conectó de cabeza y puso el empate. Luego, el local pudo haber aumentado el tanteador pero, como dijimos, Taborda y Taborda, y por Taborda, Chacarita se trajo un punto que será valioso si se le gana a Santamarina en San Martín.
Empató Chacarita y está bien. El resultado, si se quiere, es justo. Pero dio la sensación de que se podía haber hecho más como para traer los tres puntos. Para aquel que no sufre esta pasión como nosotros, seguramente habrá sido Alto Partido en Alta Córdoba.
[highlight ]Jonatan Gramuglia[/highlight]
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