La imagen habla por si sola: Víctor Zapata encabeza la retirada del equipo, mirando a la tribuna popular, aplaudiendo, tocándose la casaca tricolor. Algunos tibios silbidos, otros apenas sacan sus manos de los bolsillos para aplaudir el esfuerzo. No alcanza.
Chacarita sigue sin encontrarle la vuelta a este laberinto que se llama B Nacional. Aníbal Biggeri sigue probando variantes que aún no dan resultado.
Da la sensación que se prioriza nombres por sobre rendimientos. El nivel de rendimiento general es insuficiente para cubrir las expectativas generadas al comienzo de la temporada.
En el empate frente a Sportivo Belgrano sucedió algo que no había sucedido en los partidos previos: no hubo respuesta.
Tácticamente, Carlos Trullet le ganó el duelo a Biggeri. Con tres hombres de punta la visita le anuló los laterales al funebrero. Acuña (que fue superado toda la tarde) y Paredes casi ni conocieron el campo visitante. Melivilo y Menéndez, los hombres externos, alternaron más malas que buenas. Por lo tanto, Chacarita se quedó sin juego exterior, imposible de abrir la cancha terminó centralizando el juego y chocando con la defensa rival.
Con Manso y Zapata imprecisos, Chaca fue un equipo pasivo y dominado por sus limitaciones. Se quedo sin ideas y argumentos.
Einstein dijo: “si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo”. Biggeri parece empecinado en respetar el esquema y nombres que no rinden como se espera.
¿Melivilo está en condiciones para ser titular? ¿Aliendro no debería ser el nueve titular? ¿Tres atacantes no pueden producir profundidad? ¿Manso no necesita un socio?
Son preguntas que aún no tienen respuesta. El futbol es imprevisto y tiene esa dinámica que lo hace tan adictivo. Lo que está claro es que algo se debe cambiar.
Chacarita debe reinventarse. Con este entrenador, con la misma idea inicial. No tiene nada de malo cambiar la estrategia, la táctica, para poder superarse. Un equipo debe saber mutar para generar algo distinto. Eso no es traicionar la idea.
Biggeri tiene un plus que ningún entrenador tuvo en estos últimos tiempos: puede hacer lo que quiera, probar, sacar y poner. Porque se ha ganado la confianza de todos. Porque tiene el apoyo de todos. Un beneficio que ningún entrenador debe desaprovechar.
Como dijo el gran Bielsa: “la adversidad es el momento de observación de las cosas”
[highlight ]Por César Damelio[/highlight]
@cesardamelio