En el marco de la “celebración” del mes de conciencia sobre la disfluencia (tartamudez) –tal como la denominó la especialista en el tema Marisa Socolobsky-, el próximo 30 del corriente tendrá lugar en Comodoro Rivadavia, Chubut, la cuarta de las jornadas anuales organizadas por la Asociación Argentina de Tartamudez (AAT).
Asimismo, entrevistada durante el programa del viernes (2) de La radio Ha Vivido Equivocada, la fonoaudióloga del Partido de la Costa anticipó que “cerca de fin de año, nuestro distrito será epicentro de un importante encuentro nacional contemplado en la iniciativa denominada Consultas Abiertas Itinerantes”. Es muy factible, aunque resta confirmación, que el mismo se desarrolle en alguna localidad de zona Centro, con la presencia de conspicuos especialistas en disfluencia.
Socolobsky, en tanto, sostuvo que la tartamudez “se manifiesta en chicos de 2 años y medio a seis” y tiene orígenes “hereditarios”. Asimismo, factores externos como “la aceleración y la ansiedad en que vivimos inmersos atentan y dan lugar a la posibilidad de que se evidencie este trastorno”.
Por su parte, la especialista descartó que la disfluencia fuese una enfermedad, y prefirió denominarla como una “carencia, una incapacidad para poder desarrollar con fluidez la comunicación”. Al mismo tiempo, agregó que es “sumamente importante que los maestros, psicólogos y la comunidad en general conozca más sobre el tema, para poder prevenirla. Sólo en los últimos veinte años la investigación y el tratamiento de la disfluencia comenzó a tomar importancia. Hoy se trabaja sobre ella interactuando con distintos profesionales y con personas que le han padecido, principalmente. Gracias a ello, podemos atestiguar que son casi nulas las estadísticas que marcan casos de tartamudez en los adultos”.
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