¡GANÓOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO CHACARIIITAAAAAAAAA! Y sí, todavía lo sigo gritando. Duro partido sacó adelante el funebrero, tras jugar los peores 45 minutos de local en la era Gamboa. El tricolor (de casaca blanca alternativa) venía de lograr un gran punto en Mendoza, mientras que la ‘Juve’ llegaba de perder con Ramón Santamarina.
Dos cambios presentaba Chaca en la fresca pero agradable tarde de Villa Maipú. La vuelta al once inicial de Achucarro por Casa y Mariescurrena por Melivilo (entorsis de rodilla). En la previa, un equipo un tanto más defensivo que de costumbre, pero que podía lastimar. Déjenme decirles, amigos funebreros, que nada de esto pasó. Chacarita comenzó el partidos tirando pelotazos largos, Juventud Unida triangulaba a gusto en el hermoso césped del estadio, y el local reventaba la pelota. Tan pobre era el juego de los dirigidos por el ‘Negro’ que el primer amonestado fue Aliendro (quien llegó a la quinta tarjeta amarilla y no estará ante Patronato). El mejor en cancha, sin dudar, era la visita, que en los pies de Diego Barrado intentaba dirigir el balón hacia la torre que tenían de 9. Hasta que en el minuto 19 de la primera etapa, filtran una pelota por el lado de Escobar, quien en dos intentos no pudo cortar la embestida de Bandiera, que definió a uno de los costados, ante la salida de Carniel, que no tuvo mucha responsabilidad. Mientras tanto, Chacarita seguía tirando pelotazos. El primer tiempo fue totalmente de la visita; poco juego por abajo del funebrero, ni hablar de juego asociado, mucho menos de tomarse un tiempo más o jugar la pelota atrás (lo que hubiera clarificado un poco más el juego). Así terminaba la primera mitad, mientras en la platea se discutía sobre quién debía ser el primer cambio, un servidor dijo: “…es muy simple, un solo tipo que pare la pelota y piense antes de tirar pelotazos a la nada…” mientras se veía a lo lejos que Damián Manso intensificaba trabajos pre competitivos.
El comienzo del segundo tiempo ya lo tenía al ‘Piojo’ en cancha por Mariescurrena. Parecía que Gamboa hubiese escuchado los reclamos generales, y en la primera que le tocó marcó la diferencia. Sobre mitad de cancha, lado derecho del ataque tricolor, metió un cambio de frente con pelota en ventaja para Aliendro. HERMOSO. Pero, el rival también juega y, con Chacarita lanzado al ataque, cada contra de la ‘Juve’ era un peligro. Tan así que tuvo una situación para definir el partido, pero el balón se fue besando el palo derecho de Gonzalo Carniel. Segundo cambio en Chacarita, y para mí la clave del partido, un errático Nizzo por Matías Sánchez. No voy a mentirles, amigos, y creo que muchos pensaron lo mismo que yo, no tenía mucha expectativa de lo que pudiera lograr el made in poli, teniendo en cuenta sus actuaciones pasadas, pero hoy me tengo que parar, aplaudirlo y pedirle que siga así. En el acto se hizo socio del ‘Piojo’ y pedía todas las pelotas, inclusive entendió que tenía que jugar con la cancha de frente. Para que vean que no miento, minuto ’31 de la segunda mitad, Manso juega con Sánchez, que ve y mete un pase preciso para que Paredes desborde, llegue al fondo y tire el centro. ¿Y quién estaba adentro del área? Quién más si no Achugol. Sí, Jorge Achucarro convirtió el empate del funebrero, que a como estaba jugando, si apretaba las tuercas, podía ganarlo. Y la gente estallaba en un grito: “VAMOS CHACA VAMOS, PONGA HUEVOS, QUE GANAMOS”.
Chaca iba y tenía un centro casi frontal al arco, Manso, con el guante que lleva en el pie, se la puso en la cabeza a Rocaniere que metió el gol, pero el línea (que estaba empecinado en arruinarnos la tarde, fallando en todas las divididas contra el funebrero) anuló el tanto por offside. Pero el tricolor seguía insistiendo, Paredes saca un lateral largo en dirección de Achucarro que pelea por el balón y lo gana, se acerca a la línea final, tira el pase atrás y justo le da la pelota al mejor de la tarde. Sí, al hombre que tiene dos pelotas de oro y enormes, el que se cargó el equipo al hombro y dijo: “Acá a lo guapo no nos ganan, para guapo estoy yo”, Damián ‘Piojo’ Manso, el interminable. Que como contra Villa Dálmine (no el gol del ascenso, si no el de este torneo), cambia la dirección y la pone lejos del arquero rival. Gol y delirio en San Martín. Tercer gol en su cuenta personal para el ex Newell’s con la camiseta más linda del mundo. Sólo quedaba tiempo para que hiciera su ingreso, tras su larga recuperación, el 5 exquisito que tiene Chacarita. Hablamos de Leandro Coronel, que hizo que la euforia del triunfo bajara en aplausos con su vuelta.
Para destacar, el gran segundo tiempo de Rocaniere y Ortiz, quienes quedaban muchas veces mano a mano con la torre de Entre Ríos y se la bancaron joya.
Ganó Chacarita, amigos, mucho para aprender, para rescatar en este triunfo. Manso entró y sigue demostrando su categoría y su amor por el juego, volvió Coronel y también, en los segundos 45 minutos, volvió el fútbol a San Martín.