El propietario de un comercio ubicado en San Bernardo denunció que tres inspectores municipales clausuraron su local, al negarse a abonar la suma de 20 mil pesos que le habían pedido como coima. El supuesto motivo del cierre, según lo manifestado por Ernesto –dueño de la pollería en cuestión- obedece a que cambió de lugar un tabique de durlock, para ofrecer mayor comodidad a los clientes.
Ernesto, propietario de la Pollería Bahía, realizó la denuncia en #LRHVE
Entrevistado durante la emisión del viernes (2) de La Radio Ha Vivido Equivocada, aseguró, además, que la situación fue puesta a disposición de la justicia, ya que “nadie de la municipalidad me escucha y atiende mis denuncias”. El local comercial fue clausurado el pasado 22 de noviembre, y desde esa fecha se halla cerrado. “Supuestamente debería abonar 80 mil pesos como multa, y a partir de allí realizar una serie de trámites para poder reabrir. La verdad, no estoy en condiciones económicas de solventar esta suma, ni tampoco estoy dispuesto a someterme a las injusticias. Veré qué puedo hacer y en qué me puede beneficiar haber llevado todo esto a los estrados judiciales”, admitió Ernesto.
La pollería, ubicada a escasos metros del casco céntrico de la ciudad (sobre San Juan), cuenta con dos empleados, a quien Ernesto dijo no poder abonarles los salarios, hasta tanto todo se resuelva. “Indudablemente, los inspectores vinieron a buscar plata, no a verificar las condiciones del local. De los tres funcionarios, uno pertenece a Bromatología; es una mujer, de apellido Cardozo”, sentenció.
Cómplices de la corrupción
Por último, también denunció que un medio de comunicación local no le permitió salir al aire para denunciar el episodio, ya que textualmente le habrían expresado que “no podían, porque tenían una pauta publicitaria pagada por el Gobierno”.