“No, no sabía nada. Ni de lo que ocurría, ni de las audiencias públicas. Lo único, me parece, que el de la bajada a calle de Rial, en San Rafael, era un balnearito sustentable”.
La inconsistente y apoteótica por lo mediocre frase le pertenece al titular de la Delegación Comunal de Mar de Ajó, Adriano Yaboski, muy vinculado con la familia Caprari, al ser interpelado por un grupo de manifestantes que hoy (miércoles 7) protestó a las puertas del ente municipal, en procura de respuestas sobre la pala mecánica que el Estado colocó para volver a ocultar la plataforma de cemento que quedó de la hasta hoy truncada construcción del balneario que se iba a erigir en el citado acceso a playa. Vale recordar que el conductor de la máquina dijo en la víspera que su trabajo le fue encomendado por “el delegado Yaboski” y que él “sólo cumplía órdenes”.
La politiquería se une a los empresarios depredadores
A la funesta decisión judicial de suspender las audiencias públicas en que supuestamente se iba a conocer el estado de las licitaciones en el frente playero -tras una presentación efectuada por el edil radical en Cambiemos Leandro Alonso acompañado por su ladera Flavia Delmonte-, se suma la penosa declaración de Yaboski, quien es amigo personal de los Caprari e incluso compartieron con Rodrigo (unos de los hijos de Lola) uno de los planteles de fútbol del Club Social Mar de Ajó, del que, además, el funcionario es su presidente.