Un nuevo despropósito se contabiliza en el haber propio y en el debe ajeno, por parte del poder político connivente del económico. Facundo Carranza, titular del área de Medio Ambiente dependiente de la Defensoría del Pueblo bonaerense, inspeccionó sospechosamente el predio del contaminante Polo Industrial que se erige en el ingreso a La Lucila del Mar, y según lo expresado por el propio funcionario pareciera que no existe nada anómalo en el emprendimiento, sobre todo, de la planta de asfalto que se desarrolla en el lugar.
Entrevista a Alejandra Villarreal, referente en la lucha por la reubicación del Polo Industrial
“No creo que los habitantes del lugar ni los trabajadores del polo textil (lindero a la planta de asfalto) puedan sufrir consecuencias, ya que las partículas que emana la chimenea de la planta de asfalto van para arriba” (sic), afirmó sin avergonzarse de sus pobres, genuflexas e ignorantes aseveraciones.
Carranza, quien antes de ingresar al predio –solo se le permitió la entrada a él y no a los manifestantes en favor de la reubicación de este emprendimiento mercantil- confirmó que se había reunido con Gustavo Caruso, responsable de la cartera de Producción y Desarrollo del gobierno del Partido de la Costa, sólo se limitó a prometer que “elevaré mi informe al Organismo Provincial Para el Desarrollo Sostenible (OPDS), ente alineado al gobierno de la macrista María Eugenia Vidal, que ya tomó posición al respecto: con cartelería avala el desandar del contaminante Polo Industrial, y ante todo de la planta de asfalto, ya que la gestión bonaerense confirmó que a mediados de marzo venidero comenzará con las obras de ampliación de la ruta Interbalnearia. Y ahora, después de tantos años de postergación, el negocio cierra redondo.