La falta de médicos en los planteles que afrontan el certamen de primera división del fútbol femenino y de ambulancias en los estadios en que se disputan las fechas pudo haber ocasionado el pasado sábado (23) una fatalidad, cuando una jugadora del Social Mar de Ajó cayó desplomada en pleno partido ante la Asociación de Fomento San Bernardo y tuvo que aguardar más de quince minutos hasta que llegara la asistencia sanitaria que fue llamada en el momento, en una absoluta e imperdonable imprevisión por parte de los dirigentes de la Liga y los clubes locales.
Julio Marino, DT del Social Mar de Ajó, se descargó duramente en el aire de #LRHVE por esta situación
Esta nueva muestra de desidia convocada por quienes manipulan los designios futbolísticos –a pesar que en La Costa esta disciplina es amateur, pero no por ello deja de ser un show que en muchos casos hace desatender las cuestiones que nos atormentan-, se suma a la falta adrede de atinentes y responsables controles médicos a los deportistas, que con sólo conseguir un certificado sanitario pueden participar de los certámenes. Y en la mayoría de los casos, estos documentos son apócrifos o refrendados sin los controles profesionales de rigor.
El desatino mayor fue que el encuentro prosiguió disputándose luego que la ambulancia llevara a la futbolista para su asistencia, sin el más mínimo cuidado sanitario, como si nada hubiese ocurrido, cuando en realidad debió haberse suspendido de inmediato.
Por reglamento, los árbitros deben suspender el partido en caso de no contar con servicio médico en el estadio en el que se dispute.
Creemos que más allá de las justas críticas a la dirigencia, las jugadoras y los cuerpos técnicos deberían a esta altura poseer la conciencia de oponerse a seguir desarrollando el torneo si la situación no se modifica de manera urgente.