A éste, como buen mendocino, le pegó duro el vinacho. Heredero de avezados pilotos de helicópteros en fuga, de porteros de escondidos ventanales traseros, de tutores de puertas de servicios por donde escapar y de terrazas helipuertos, el gobernador radical de Mendoza, Alfredo Cornejo, reafirmó la simbiosis radicheta con el PRO y alabó la gestión macrista, que para él, permitió salir de la crisis. Indudablemente, con estos dichos vomitivos, creemos, que la borrachera se le pasó.
Puramente radical
En el marco de una jornada en el comité nacional boina blanca, en la que los participantes se pelearon para ver cuál de ellos abandonada la reunión primero, Cornejo dijo su frase célebre que le valió el Premio Terapia antiesquizofrenia Fernando De la Rúa y la cocarda al mérito vaciador de hospitales públicos Guillermo Magadán. “No es fácil trabajar todo el día como lo hicimos nosotros en esta convención”. Salud, y fueron por la del estribo.
En medio de la bacanal de tinto, rosado, blanco, espumante y cuando ya nada parecía poder superar a la diatriba emitida, Cornejo cantó Quiero Retruco, y espetó: “el balance de estos dos años de gobierno de Mauricio Macri son muy positivos”. Y ahí sí, descorcharon la mejor botella del Chocobar: Patricia Bullrich pura uva moscatel, elaborada en el menemato, envasada en el FREPASO y copeteada en Cambiemos.
¡Felicitaciones, PROfiláctico (pinchado)!
Alfredo Cornejo, el FORRO DE LA SEMANA. Pura cepa radical, añeja, picada y avinagrada. Pero siempre, adelante, adelante sin cesar, que se rompa y no se doble, el partido hace años radical. A nuestra salud, y sigamos trabajando todo el día, que el trabajo dignifica y la politiquería nos da de beber. Hasta el próximo abandono, correligionarios, y nunca se olviden de la prevención: si mantienen relaciones con el PRO, usen Cornejo.