[dropcap]E[/dropcap]l deterioro medioambiental del Partido de la Costa no es casual; es una política pública. Una política pública implica la toma de decisiones por parte de las autoridades de actuar o no sobre ciertos asuntos que nos afectan como comunidad. En el Partido de la Costa, ésta siempre apuntó y apunta a generar ganancias para unos pocos a costa de nuestro entorno natural. Las construcciones sin control, la inexistencia de una gestión de residuos, la permisividad con la que se deja que el turista haga y deshaga a su gusto con tal de que deje unos centavos en temporada, la creación y puesta en marcha de un polo industrial sospechado de contaminar y muchas otras acciones pensadas y planeadas por los tomadores de decisiones que destruyen nuestro bien más preciado. Es interesante que en la ignorancia elegida de nuestros gobernantes, su visión cortoplacista no les permite ver lo obvio: es nuestro paisaje natural lo que mantiene al Partido de la Costa.
“El deterioro medioambiental costero no es casual; es una política pública“
Quienes tienen una mínima noción de la cuestión ambiental, conocen los términos bienes y servicios ambientales. En palabras simples, los bienes ambientales son las playas, las montañas, los ríos, las lagunas. Y los servicios ambientales son los beneficios que estos lugares nos brindan como por ejemplo el alimento, el agua y la materia prima. En los servicios, también se incluye el turismo. Y éste es el mayor ingreso económico del Partido de la Costa; nuestras playas son unos de los principales destinos turísticos de las personas que viven en Capital Federal y Gran Buenos Aires. Todo año recibimos un gran afluente de turistas y todo año que pasa los encuentra una región cada vez más degradada, más gastada y más sobreexplotada. Si nuestra principal fuente de ingresos es el turismo… ¿no sería lógico que cuidáramos aquello que nos da de comer, el bien ambiental que nos brinda el servicio que nos mantiene?
Depredación política
La lógica no se aplica a nuestros políticos costeros; mientras que en playas como Pinamar o Villa Gesell las políticas públicas vienen apuntando a la recuperación del frente costero y a un turismo sustentable, la del Partido de la Costa tiene como objetivo taponear los desastres cotidianos. Desde la instalación de gaviones que en palabras del reconocido geólogo Jorge Codignotto es una solución mal implementada para defender la costa hasta la reciente depredación de médanos en plena reserva natural de Punta Rasa para dar paso a una carrera de motos, las políticas públicas de nuestro partido se han caracterizado por ser destructivas y luego, reactivas. Primero, hacemos el desastre y luego, nos sacamos fotos haciendo de cuenta que estamos trabajando por el medio ambiente. Por eso es importante que nosotros como habitantes del Partido de la Costa, nos informemos, nos eduquemos y nos concienticemos que esto no cambia porque juntes la basura tuya y ajena cada vez que vas a tomar mate a la playa. Sí, hay que hacerlo y hay que seguir educando a la gente a que también lo haga. Pero de nada sirve si en 30 años no tenés playa de donde juntar la basura. Es necesario, principalmente, un cambio en la esfera política, una gran mudanza en y de aquellos que nos gobiernan. Cuestionarlos en cada movimiento, en cada foto que se sacan haciéndonos creer que les importa. Por eso tenemos que educarnos, para enfrentarlos con hechos, con certezas, con argumentos que ellos no tienen. Es lo que vamos a intentar desde aquí, dar herramientas que sirvan para cuestionarse y cuestionar lo que nos muestran como realidad.
Al Gore, en su documental “Una verdad incómoda”, terminaba dando a entender que los recursos naturales no son renovables pero los políticos sí lo son. Entonces renovémoslos. Porque esa parece ser la única forma de salvar nuestras playas.
Por Ianina Zubowicz
columnista en medioambiente para La Radio Ha Vivido Equivocada