La inescrupulosa empresa Gas de la Costa nuevamente puso en funcionamiento su autoritarismo dictatorial cortando el suministro a aquellos usuarios que tan sólo se retrasan algunos días en pagar sus facturas.
La compañía, denunciada hace algunos pocos años por estafar a sus clientes intimándolos a abonar facturas que la justicia había determinado no hacerles frente, sin previo aviso procede a suspender el suministro, en la mayoría de los casos 24 horas después de vencido el primer plazo para abonar las facturas.