En un nuevo bochornoso fallo, la justicia decidió liberar a las dos personas que asesinaron a un hombre de 68 años en la puerta de una sucursal porteña del supermercado COTO. Vicente Ferrer antes de morir fue golpeado salvaje y cobardemente por estos energúmenos empleados del hipermercado, tras acusarlo de haber hurtado un par de productos menores de las góndolas.
El momento del asesinato de Vicente Ferrer, en manos de empleados de seguridad de COTO
Darío Bonnano, el impostor juez que determinó la liberación de ambos homicidas, adujo desvergonzadamente que el accionar de los empleados sicarios de COTO fue desproporcionado pero en ningún momento con intención de matar.