Convocada por el vocero fundamentalista Luis “Boina Blanca y Gorra Azul” Brandoni, y bajo el lema “Ni una bala menos”, una multitud a repetición se dio cita en la concentración llevada adelante en el Batallón 2015-2019 MM Réquiem in Pace, la primera y última edición de la Marcha CONTRA Contra el Gatillo Fácil. Como corolario de la jornada, se dio lectura a un acta de infracción firmada por los presentes en la convocatoria. La misma, textualmente, declara: “Nos los representantes de las Taser, balas de goma, camiones hidrantes y todo elemento hostil y beligerante, pero que daremos en llamar de persuasión y dispersión sin intencionalidad de muerte, exigimos el default inmediato de cortes de calles que produzcan caos en el tránsito, la incorporación a la Constitución Nacional de la Doctrina Chocobar y el nunca más al gatillo difícil. Por un país armado para contrarrestar a la chusma contestataria, necesitamos a todos juntos por el cambio. Por ello, iniciaremos desde este momento una campaña Nacional de Montevideo y Popular en Puerto Madero que denominaremos Dejanos tu protesta y de joder y llevate una ametralladora”.
¡Hasta el Fondo siempre! ¡Deuda o muerte!
Esperando la carroza que los trasladara al epicentro del acto, los manifestantes ya mostraban el fulgor y su alegría entonando un “Sí se debe, sí se debe”, en clara muestra de apoyo al Fondo Monetario Internacional. A la vez, con una mano agitaban los machetes que a medida que iban arribando les entregaba la organización, y con la otra, globos amarillos donados por el payaso protector de una casa de comidas rápidas, que llevaban la inscripción: “Adonde protesten los iremos a buscar”.
Al arribar al Batallón 2015-2019 MM réquiem in Pace fueron recibidos con una salva de balas perdidas calibre 9 milímetros que recalaban en una villa miseria lindera. Según datos extraoficiales, algunas de ellas impactaron en algunos de sus habitantes, aunque la justicia prontamente determinó la absolución de las armas de fuego por no hallar responsabilidad intelectual ni intención de asesinato. Y porque además, ante todo, fueron arrojadas en el marco de una fiesta de la civilidad, en apoyo a la patria y la república.
El acto comenzó con las palabras expresadas por Alfredo Leuco, quien emocionado dijo: “Un gas lacrimógeno a tiempo es la chispa que enciende nuestra lucha”, a lo que la multitud respondió efusivamente lanzando balas de goma intentando borrar la memoria de los resultados de las PASO. Y prosiguió arengando: “Ya se sabe que la esperanza vence al miedo. Y esto es lo último que se pierde. Hoy Luis Brandoni se merece más que nunca el título de ciudadano ilustre, por habernos reunido aquí, en esta jornada en que le expresamos al demonio de la pobreza y la exclusión que no queremos más caos en el tránsito, toma de colegios, desacatos a la autoridad y gente indocumentada. Por más y más patadas en el pecho y tiros por las espalda, ni una bala menos, porque los derechos y humanos también son para nosotros”.
La llegada del Capitán Beto
Al divisar la llegada de Luis Brandoni al mitin, la multitud comenzó a vitorearlo al compás de “Ahí va el capitán Beto, al escenario”. Así, el evento llegó a su momento de esplendor emotivo, cuando ya instalado en el estrado el actor sujeto masculino clamó mostrando una empanada de carne en sus manos. “¿Saben que tenían para comer en el merendero del barrio? Tres empanadas, para 254 chicos”. “Qué barbaridad”, agregó, mientras se decidía a darle el primer mordiscón a la muestra del plato típico de otros tiempos argentinos.
Ya entrado el crepúsculo vespertino, y a modo de alentar a la seguridad, efectivos de gendarmería repartieron entre los presentes carabinas y escopetas, a la vez que Brandoni exhortaba a realizar un brindis por el éxito obtenido en el evento, convocando a los carros hidrantes para que sirvieran las copas.
El momento culminante y más sensible fue cuando Leuco y Brandoni llamaron a subirse al tablado a las figuras más representativas en la lucha contra contra el gatillo fácil. Así, los convocados pudieron vivar al son de la orquesta policial a Mirtha Legrand, Eduardo Feinman, Federico Andahazi, Luis Chocobar, Cecilia Pando, Amalia Granata, Juan José Campanella y Susana Giménez, entre otros, quienes con fondo de pantalla gigante que mostraba imágenes de represiones históricas y maltratos policiales, convocaron a Patricia Bullrich para acompañar el cierre del acto. La ministra de Seguridad, con lágrimas en los ojos, sólo atinó a decir: “Perdón, me alcanzaron los efectos de los gases lacrimógenos que recién acabamos de lanzar en una manifestación piquetera. Gracias y por sobre todo, salud”.
¡RETIRADA!
La desconcentración se llevó a cabo, como era de esperar, en paz, cordialidad y sin que se reportaran más incidentes que algunos menores de baja imputabilidad y ciertas escaramuzas provocadas cuando éstas, sin aceitunas y poca salsa, se repartieron gratuitamente entre las fuerzas de seguridad.