La malnutrición afecta a 4 de cada 10 niños, niñas y adolescentes de barrios humildes de todo el país, lo que potencia la posibilidad de que padezcan enfermedades crónicas, así como déficits de crecimiento y de desarrollo psicosocial, deteriorando su calidad de vida.
La naturalización de la miseria
El informe, confeccionado por el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana, además señala que debido a la imposibilidad económica existe una tendencia cada vez más común: reemplazar alimentos nutritivos por rendidores.