Una médica del Hospital pediátrico mendocino Humberto Notti aseguró haber atendido a una nena que asistía al Instituto Próvolo con signos de abuso sexual y que debió quedar internada, y se convirtió así en la primera testigo profesional que reconoce los abusos en el juicio oral que se realiza contra dos curas y un empleado imputados.
Un abogado querellante en la causa afirmó que “este caso es determinante porque la chica dejó de ir al Próvolo al tomar intervención personal la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia, que determinó que no tenía que seguir asistiendo al instituto, por lo que sus padres decidieron que vaya a otro colegio”.