El 6 de julio es el Día Mundial de la Zoonosis. ¿Por qué tenemos un día mundial de una palabra que se parece zoológico? ¿Qué significa?
“Zoonosis” es una enfermedad infecciosa causada por un patógeno que salta de un no humano (un vertebrado, un insecto) a un humano. Viene del griego y “zoon” significa animal. Por eso su parecido con zoológico, que dicho sea de paso, es un invento horrible que creamos para el placer morboso humano.
Pero volviendo al tema, ¿por qué tener un Día Mundial de la Zoonosis? ¿Para qué? ¿Cuál es el objetivo? ¿Quién quiere hablar de enfermedades contagiosas transmisibles de un animal a un ser humano en tiempos de COVID-19?
La verdad, no es si queremos. Es que debemos. Estamos frente a una histórica pandemia que nos recuerda algo importantísimo: sin biodiversidad, sin ecosistemas, sin planeta, esto es lo que nos puede pasar.
Por el momento los científicos creen que el virus se originó en un murciélago, que luego mordió a un pangolín y el pangolín fue comercializado (ilegalmente dígase de paso) en un mercado de carnes para consumo humano. Y de allí para adelante, todo es historia conocida. Muertes, hospitales saturados, máscaras, economías paradas, vidas detenidas.
¿Y qué tiene que ver la biodiversidad, los ecosistemas y la mar en coche? La culpa es de unos chinos que comieron pangolines, ¿no?
No. Definitivamente no. Los culpables somos todos, China puede haber sido donde se originó la pandemia pero el desastre ambiental es nuestro.
En otras columnas ya hablamos de la biodiversidad y que cuantas más especies existan en un ecosistema, más fuerte éste es contra eventuales disrupciones. También en otra columna hablamos del efecto dilución. Esto es que patógenos hay por todos lados y potencialmente pueden ser una nueva pandemia como la que presenciamos hoy. Pero cuando más especies tenemos, esos patógenos se distribuyen entre esas especies, haciendo más difícil la llegada de los mismos al ser humano. Veamos la explicación a través del Lic. en Ciencias Ambientales Alejandro Bonobono:
“Lo primero que tiene que ocurrir [para que llegue hasta nosotros] es que un virus que no era mortal para nuestra especie, mute y empiece a serlo. […] La probabilidad de que esto suceda es baja. Lo segundo que tiene que suceder es que el pangolín, que ahora es el vector de la nueva enfermedad, tiene que sobrevivir. Es decir, no se lo tiene que comer ningún predador y debe poder deambular por la tierra hasta encontrar una persona y estar lo suficientemente cerca para contagiarla. Pasadas esas dos barreras, ahora sí, el nuevo virus, de haber llegado al ser humano, podría terminar ocasionando una pandemia. Es en esas barreras es dónde la degradación ambiental, cada vez con más evidencias científicas que lo sustentan, podría estar jugando un rol clave. […] Cuando se extingue alguna de esas especies, se modifican los paisajes y se pierde complejidad en el sistema.”
Fuente: Degradación ambiental: una potencial causa de la expansión del coronavirus.
Entonces no fueron los chinos. Fuimos todos. Y el día 6 de julio nos recuerda la importancia de cuidar, conservar y proteger esos ecosistemas que nos resguardan y nos permiten vivir.