En el medio de una pandemia durante la cual estamos siendo advertidos que gran parte de la problemática tiene su origen en la destrucción ambiental, uno supondría que los municipios, las provincias y las naciones estarían repensando sus formas de relacionarse con el ambiente. En un país donde estamos siendo literalmente arrasados por el fuego, donde hay pueblos y ciudades en estado de alerta porque las llamas se están llevando todo, donde a pesar de las continuas advertencias de diversas entidades y particulares se continuó permitiendo las quemas indiscriminadas (y como premio se les bajó las retenciones a los que generan estas situaciones), uno pensaría que se estarían tomando acciones y dando castigos ejemplares a los responsables. Pero vivimos en Argentina. Y todos los condicionales del mundo no podrían llevarnos a respuestas diferentes.
Hace meses, la gente del Foro Amigos de Cariló vienen peleando para que no se continúe avanzando con lo que se dio a llamar Plan Director, un proyecto por el cual se va a permitir lotear 700 hectáreas de bosque en Pinamar para realizar un megaproyecto urbano. El intendente Yeza promete que no se construirá en el frente costero, que se protegerán los médanos, que se dejarán espacios de libre circulación en medio de los bosques típicos de este balneario, que se van a fijar indicadores urbanísticos y ambientales para que la nueva Cariló como han comenzado a llamar a este proyecto, tenga el menor impacto ambiental posible. La realidad es otro y la agrupación ha hecho un descargo en el que denuncian la inviabilidad de algunos puntos como la idea de tener 30000 habitantes nuevos en una región que está con serios problemas de agua potable y la poca confianza de que se construirá respetando el frente costero (y su acuífero) siendo que se plantean “oferta hotelera de 4 y 5 estrellas con proximidad a la costa” (informe completo AQUÍ).

Es interesante cómo Yeza plantea el proyecto, como un avance, como un desarrollo para Pinamar y como una concejal lo defiende como un lineamiento, como una “idea” tratando de desvirtuar el tema y quitando el foco en lo que realmente sucede: en la costa bonaerense seguimos apostando a la construcción como forma de desarrollo.

Si bien Pinamar ha tenido más avances en lo que respecta a políticas ambientales que nosotros, este megaproyecto demuestra que son propuestas menores y de poco impacto frente a lo que realmente importa: el futuro. Nada diferente a lo que se viene viviendo en nuestro municipio.
Desde esta columna hemos siempre dicho que sin nuestro recurso principal seremos un pueblo fantasma: sin playas no hay futuro económico para quienes piensan solo en dinero. Y para quienes pensamos más allá de la billetera, sabemos que sin playas no hay nada.
Dejo las palabras finales del informe del Foro Amigos de Cariló que representan la idea principal que venimos compartiendo desde siempre:
“El proyecto de Plan presentado resulta contrario a los actuales paradigmas que propone el mundo respecto a la sustentabilidad. Está visto que no es prioridad el tema medio ambiental para el Departamento Ejecutivo. […] Es necesario entender que sin nuestros recursos naturales, tampoco habrá posibilidad de Turismo alguno”.
*Crédito foto principal: Crédito: Mauro V. Rizzi para La Nación.