Un centenar de relevados mediante un muestreo realizado por FM 103.9 dio cuenta que el casi no uso de pirotecnia obedece más a cuestiones de imposibilidad adquisitiva que a una toma de conciencia. Así lo dejó entrever casi el 85 por ciento de quienes accedieron a responder la inquietud, argumentando que los altos costos de los fuegos artificiales sumado a las carencias económicas posibilitaron que en Nochebuena no se escucharan demasiados estruendos.
En tanto, también aventuraron que una situación similar se vivirá a fin de año, aunque con la salvedad que en esta fecha históricamente la utilización de pirotecnia supera a la de Navidad.