A pesar de la demagogia y la afección demostrada por el Gobierno del Partido de la Costa y funcionarios nacionales y provinciales, a dos semanas de lo que el poder llamó “sudestada histórica” que destruyó gran parte del frente playero, aún no comenzó ninguna de las obras de reparación anunciadas.
Después de naturalizar los efectos climáticos y no hacerse responsables de la depredación continua del bien más preciado que posee el distrito, la situación en algunos sectores empeoró producto del abandono y la desidia por parte del Estado. Las playas de las localidades de la zona Centro fueron las más perjudicadas por el temporal obedeciendo a la falta absoluta de obras que restauraran la extracción indiscriminada de arena y el aniquilamiento de las áreas medanosas, sumados a las irregulares construcciones en cemento de balnearios y propiedades situadas en sectores inadecuados.