Siempre que gane Chaca es una buena noche, a todos nos gusta ganar, pero lo cierto es que el funebrero volvió a jugar mal desde el minuto 0 al 90 con un técnico que pareciera estar desorientado.
Equipo que gana, se toca
El técnico del funebrero propuso algunas variantes respecto del 11 que venciera a Almirante Brown de manera agónica la semana pasada en San Martín. Los ingresos de Vega y Chávez por Piñeyro y Baiardino mostraron a las claras lo que a cada uno de los hinchas de Chacarita no nos gusta: que el técnico pare un equipo para jugar a no perder.
Otro deporte
El primer tiempo de San Martín y Chacarita fue paupérrimo, tanto unos como otros se regalaban la pelota, dejaban espacios para el rival y no aprovechaban sus momentos.
LA PRIMERA ETAPA MARCÓ A LAS CLARAS QUE LOS PUNTOS EN LA TABLA DE CIRUJAS Y FUNEBREROS NO ERAN CASUALIDAD.
Tanto el local como el tricolor, tuvieron sus chances pero no pudieron concretar, aunque el funebrero visualizó lo que sería el desenlace. Cualquier cosa, menos fútbol.
Solo el empuje
El segundo tiempo encontró al funebrero con Pérez Godoy en cancha por Barquett. A priori un cambio más ofensivo pese a que Vega tuviera que convertirse en número 4.
Se moría en intenciones el partido, sin concretar hasta que promediando la segunda mitad, con Arce jugando como líbero, Chacarita presionó alto y tras una serie de rebotes, Ibáñez hizo lo que marcamos todo partido en la transmisión de Mundo Chacarita: Pegarle al arco con el arquero adelantado.
El gol del funebrero trajo tranquilidad pese a que el local se venía con todo, incluidos los cambios que introdujo el técnico interino. El ruido del palo izquierdo defendido por Trípodi sobre el final del partido aún resuena en la cabeza pero por suerte –para nosotros- terminó en la nada.
Lo que viene
Se viene Belgrano la semana próxima en casa, un equipo más armado y que va a pelear el ascenso. Los errores que viene cometiendo este equipo no se pueden repetir. Pero prefiero corregir con una victoria, claro.
El partido invitaba, el desarrollo fue horrible, el complemento peor pero con el gol, como dicen Los Redondos “de la nada a la gloria…” nos fuimos.