El equipo de Aldirico sufrió en la tarde de Villa Soldati, cortó la ilusión del cuarto al hilo jugando igual que siempre y deberá empezar de cero.
Era tan grande la ilusión del hincha de Chacarita que aún consciente (o inconsciente) de lo que ofrece este equipo pensaba en sumar un nuevo triunfo para continuar soñando desde el comienzo con el ascenso.
Para ello, el técnico del funebrero dispuso los mismos 11 que venían de ganarle a Belgrano. Con la línea de 5 que sigue sin funcionar, con los volantes lentos en salida que pierden muchas pelotas y con un delantero apático de cara al gol. Lo mismo de siempre.
El primer tiempo se dio con el tricolor metido muy atrás y con el local atacando (y ganando) sobre las bandas donde deberían marcar Vega y Silcan. Lo cierto es que la línea de 5 se entiende por el lado en el que Aldirico es un técnico conservador pero ¿cuál es el sentido si en 4 fechas intentando con esa idea en todos los partidos ganan los rivales y llegan sin problemas?
A medida que fueron transcurriendo los minutos, el local fue variando las alternativas de ataque entre derecha e izquierda y llegó 3 veces con peligro que terminaron cerca del gol. Al funebrero le costaba salir cuando recuperaba la pelota y le imprimía un ritmo cansino, lento, como esperando solo que pase el tiempo. Para colmo de males, tras un choque quedó lesionado Nieto que ni siquiera pudo terminar dentro del terreno de juego.
El partido no prometía más allá de las llegadas del rival y alguna que otra aproximación del tricolor
El segundo tiempo comenzaba con Baiardino reemplazando a Nieto y con él la mejor acción en conjunto del partido. Combinación del antes mencionado con Gallegos para habilitar a Chávez que no pudo ganarle la posición al marcador central dentro del área.
A continuación, la debacle
El local continuó atacando sobre las bandas y allí nacieron los goles. Principalmente atacando a las espaldas de Vega y en un ataque 2v1 contra Mazur. Así por dos. 2-0 y si la cosa estaba jodida, se estaba por complicar aún más.
Cuando el funebrero se metía de a poco en terreno local, Baiardino, le pegó un empujón sin pelota a su marcador (que previamente le había cometido falta, no sancionada) y el árbitro no tuvo más que mostrarle la roja. Si en igualdad de condiciones era muy complicado, 11 vs 10 era utópico.
Con un Chacarita aturdido, el rival no hizo más que apostar a la contra y a la desesperación y en esa línea consiguió otros dos tantos (el último de penal) cuando se moría la tarde.
La verdad es que Chacarita jugó igual que siempre, tuvo los mismos errores que en cada partido pero la diferencia terminó por ser que el rival de turno las metió al fondo de la red. Habrá que corregir de cara al lunes en casa pero lo de hoy fue una derrota que nos trae de vuelta a la realidad.
NdR: El hincha tiene todo el derecho de enojarse, criticar y molestarse tras una derrota y no por eso es menos que aquel que lo toma de otra manera. Basta de la falsa moral que tanto daño hace en el club.