Con mayor notoriedad que en últimos años, el casco céntrico de San Bernardo destaca por la gran cantidad de locales comerciales que decidieron cerrar sus puertas a esta altura del año.
El escaso movimiento turístico, la preocupante situación económica que atraviesa buena parte de los habitantes estables y los altos costos de arrendamiento son las aristas que referencian la desolada situación. Asimismo, las dificultades burocráticas y los onerosos conceptos que la municipalidad exige desde lo dinerario para las habilitaciones se tornan también impedimentos casi insalvables.