Era febrero de 1993 y el Congleton Town se preparaba para enfrentarse al Rossdale United cuando a Chris Phillips, editor de la programación de los partidos del equipo de Congleton, le llegó la noticia del fallecimiento de Fred Cope, aficionado del club de 85 años de edad. Phillips escribió un obituario sobre el fan recientemente fallecido y antes del encuentro decidió organizar un minuto de silencio tanto para Cope como para Bobby Moore, quien había muerto el fin de semana anterior.
El sentimiento de pésame impactó en la comunidad, llegando al punto de que no importaba el partido, sino rendirle homenaje a ese fanático ilustre. La sorpresa se dio cuando Fred Cope llegaba al estadio y el vendedor de boletos le comentaba que el club y la comunidad estaba haciendo luto por su pérdida, lo cual sorprendió al hombre de 85 años y Phillips, al saber que Cope estaba vivo, decidió hacer el minuto de silencio completamente para Bobby Moore.
The Bears venció a su rival por 6-1 y más tarde Fred Cope declaró: “Al llegar al estadio había gente que me veía raro. He estado mal de salud la última semana, pero no tan mal”, inclusive participó en una rifa, en la cual ganó 10 libras y una botella de whisky.
Cuando -finalmente- Fred tristemente falleció, el club realizó el postergado minuto de silencio en su honor.