Entrevistado por La Música del Gol, el ex delantero de varios equipos, entre ellos El Porvenir, de San Clemente, y referente de Atlanta, repasó su carrera futbolista y habló de su actualidad
Por Emiliano Cutta
Lucas “Loco” Ferreiro, nacido el 10 de abril de 1979 en Capital Federal, supo jugar en muchos clubes, como Almirante Brown, Flandria o Racing, pero en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se halla el club de sus amores, Atlanta, donde estuvo en seis etapas diferentes. “La distancia siempre fue con la dirigencia”, dijo explicando sus idas y venidas al club bohemio.
La conexión con el Partido de La Costa empezó al visitar la casa de sus abuelos durante los veranos de su juventud. Su vinculación siguió al mudarse a Lucila del Mar en 2017, por el agotamiento de vivir en CABA y para fichar por El Gran Porvenir, de San Clemente del Tuyú, club en que fue futbolista y ayudante de campo por seis meses. Llegó al equipo violeta gracias a Julio Ledesma, ex compañero en Almirante Brown y amigo. También expresó su deseo de que los clubes costeros den un paso adelante y evolucionen.
Surgido en Atlanta, debutó en 1998 con los de Villa Crespo y para 2003 llegó a la primera división del fútbol argentino al ser comprado por Racing. “Fue extraña mi adaptación a la primera categoría”, recordó su año jugando para la academia.
Tras pasar por muchos clubes, llegó a Flandria en 2011; una etapa que el Loco describió como “reconfortante”. También recordó sobre lo divertido que eran los camarines en la B Metropolitana y de lo mucho que extraña ambientes como ése. “En un vestuario de la B Metropolitana se escuchaba cumbia, sino eras un hijo de puta”, dijo entre risas.
“El fútbol tiene una mística en cualquier ambiente”
Su historia con Sergio “Huevo” Rondina, quien fue su entrenador en Flandria, Atlanta y Villa Dálmine, fue una relación que trascendió más allá del terreno de juego. “Es como un padre”, dijo recordando momentos con el Huevo y el excelente vínculo afectivo que mantiene con el entrenador.
Sus vivencias en Colombia y Paraguay le dejaron una buena experiencia y un gran aprecio por las culturas y el ambiente de esos dos países sudamericanos. “La gente de Paraguay es de 10”, dijo feliz recordando su etapa en Olimpia.
Tampoco pudo soslayar comentar cómo ve la actualidad de Atlanta: “No puedo juzgar la etapa de Walter Erviti, ya que no estoy ahí para entender el contexto de la situación”.
Hoy en día se dedica a la kinesiología en varias clínicas del Partido de La Costa, carrera que empezó a estudiar durante su etapa como futbolista en búsqueda de hacer algo diferente. “No lo siento como un trabajo, sino como una gran satisfacción”.
Su retiro de los campos de juego se debió a una lesión, pero llevaba pensándolo un tiempo debido a un cansancio por todo lo que su cede en el entorno de este deporte. “El ambiente que ronda el fútbol no me gratifica”, sentenció.
El Loco Ferreiro, una leyenda de Atlanta que supo disfrutar y aprender de cada nueva experiencia que le brindó cada equipo en los que jugó, y que supo cuando debía dar un paso al costado de las canchas y enfocarse en su actual profesión.