El 1 de noviembre pasado se celebró el Día Mundial de la Ecología y de los Ecólogos. La intención de tener un día como estos es la de visibilizar la importancia de conocer y valorar las relaciones que existen entre los seres vivos y el medio en el que se desarrollan y también, recordar la importancia y la imperiosa necesidad de mantener una relación armónica con el ambiente.
Para muchos, ambientalistas, ecologistas, ecólogos, naturalistas, es todo lo mismo. Al final, todos aman la naturaleza, ¿no? Sin embargo, es importante resaltar que no todo es lo mismo y que cada uno realiza aportes diferentes para “conocer y valorar las relaciones que existen entre seres vivos y ambiente”.
Entonces ¿qué es la ecología?
Según la definición más difundida, la ecología es “es la ciencia que tiene por objeto el estudio de la relación que establecen los seres vivos y el medio ambiente en el que se desarrollan, del mismo modo estudia cómo se distribuyen y el porqué de su abundancia en un área determinada, y cómo esas propiedades son afectadas por la interacción entre los organismos y su ambiente“ (Ver texto completo aquí).
Para comenzar entonces, es una ciencia, que busca entender, explicar y dar cuenta de esas relaciones. Los ecólogos son esos científicos que investigan todo eso y muchas veces ponen en evidencia cómo afectan las acciones de los hombres a los ecosistemas en los que nos metemos, transformamos y muchas, muchas veces destruimos. Pero también ayudan a conocer y valorar lo que hay alrededor de nosotros, asesoran a otros en relación al cuidado y protección ambiental, y participan en proyectos de restauración entre otras cosas.
El término ecología viene de los vocablos griegos, “oikos” y “logos”, que significan casa y ciencia, respectivamente. Ernst Haeckel zoólogo alemán originalmente acuñó el término “Ecología” a fines del siglo XIX, y lo definió como “el estudio del ambiente natural y de las relaciones entre organismos y sus alrededores”. Lo interesante de este término es que su origen tiene que ver con la economía. De acuerdo al trabajo de Luvia Milán Reyes que investiga la historia de la ecología:
“[..] el término Ecología conduce desde sus orígenes al concepto de economía. La economía investiga las estructuras de la unidad doméstica tierra y establece las leyes de esta casa. […] alude a la preocupación responsable de adquirir y administrar aquellos bienes necesarios para gobernar la casa, de manera que sus habitantes posean la oportunidad de vivir dignamente. Por ello, para el manejo austero y prudente de los recursos naturales se requiere de una protección especial y una economía específica, que son métodos de una conducta administrativa”.
La Historia de la Ecología
Hace unos días leía un informe que decía que el costo económico de optar por una transformación socio-productiva que permita evitar nuevas pandemia como estas era del 1% en comparación de lo que ha costado el impacto del COVID-19 hasta ahora. Es decir, invertir en un mundo mejor y más sostenible nos costaría 1% de lo que nos está costando ahora enfrentar el desastre de la pandemia que sabemos tiene origen en la depredación ambiental que venimos haciendo y que “zoonosis” será una palabra más recurrente si no hacemos algo para cambiar esto.

La ecología desde que se acuño su nombre ya nos venía advirtiendo esto. Manejo austero y prudente de los recursos naturales. Y el desarrollo de la misma como ciencia también nos viene advirtiendo sobre la importancia de conocer y valorar las relaciones que establecemos con el ambiente y con los otros seres vivos.
¿Qué es la ecología entonces?