El equipo de Aldirico perdió el único partido en el torneo que no debía perder. Fue 0-1 en San Martín.
Hay quienes sostienen que no se puede analizar a un equipo en 90 minutos. Seguramente sea difícil pero en este partido se debe desmenuzar lo hecho en cancha. Para empezar, habíamos hablado sobre la buena versión en partidos amistosos cuando el DT (hincha de Chacarita) puso un 5 con tres volantes de creación y dos delanteros. Con Ibáñez parado en el centro, Sánchez, Pérez Godoy junto a Nieto y Giordana, o Baiardino con Gallegos. Un equipo con más vocación ofensiva, con generación de juego, tenencia de pelota y llegada al gol.
Bueno, el técnico (fanático tricolor, ya lo dijimos) no lo vio así y decidió poner un doble 5, que no había funcionado en los amistosos, a Giordana (sí, el 9) como extremo y como única referencia a Gallegos.
En el comienzo del primer tiempo ninguno de los dos llegaba con claridad, pisaban tres cuarto de cancha pero no lograban pasar la barrera defensiva. Hasta que sobre los 9 minutos Pedrozo le ganó la espalda a Barquett -por primera vez en la noche- tiró un centro que cruzó el área chica, Trípodi en vez de cortar el centro se quedó haciendo vista y Colombini le ganó la espalda a Ríos para abrir el marcador.
9 minutos, recién comenzaba el partido. En ese momento y con el ímpetu del local, el funebrero fue en búsqueda del empate pero recayendo siempre en la misma acción: perder la pelota en pleno ataque. Inteligente, Ervitti posicionó a Pedrozo decididamente sobre la espalda de Barquett, con lo que cada pelota recuperada por el visitante se convertía en un pelotazo por detrás del 4 y, en consecuencia, en jugada de peligro para el arco tricolor.
Las acciones más claras de la primera mitad fueron de ellos
Porque en otra pelota a las espaldas de Barquett, Centurión se confió en Tripodi -que dudó toda la noche en salir más allá de los limites del área chica-, y se avivó de esto Colombini, que por fortuna se abrió demasiado y definió sin ángulo. Tras esto llegaría la expulsión de Dramisino por un planchazo que dejará fuera de partido a Silcan. Ahi se vio lo más punzante de Chacarita porque tras ello fue en búsqueda del empate con las chances más certeras que desactivó Rago.
Todo sigue igual
En la segunda parte, cuando creíamos que el entrenador (hincha del funebrero, sí) movería algunas piezas para ser un equipo bien volcado sobre el arco visitante todo continuó como estaba. Con Chacarita moviendo la pelota en el perímetro pero sin ser lo vertical que se requiere en un partido como estos. Los cambios fueron solo de nombre porque ninguno pudo revertir la situación: algunos remates al arco inquietaron un poco a Rago pero poco más. Sobre el final, por insultar (según Broggi) se fue expulsado Perales en la visita, lo que presuponía aún más que el equipo se metiera en área rival. Pero nada de eso pasó sino que todo lo contrario: Nieto se lesionó y le costó hasta caminar en lo que quedaba de partido y Gallegos (amonestado) se ganó la segunda tarjeta POR PATEAR UNA PELOTA LEJOS.

Se viene Chicago en Mataderos recién en dos semanas y hay mucho para trabajar. Esta es la realidad de Chacarita. No hay otra, esperábamos que este partido nos brinde una alegría que nos es esquiva hace mucho tiempo. La espera, la ansiedad, la esperanza, la fe y los hinchas nos quedamos todos afuera.