Contando con la impunidad que brinda el poder y el silencio cómplice de la mayoría de los pseudomovimientos ambientalistas, CESOP continúa depredando médanos construyendo un segundo pozo de bombeo cloacal en una de las bajadas a playa céntricas de San Bernardo.
La obra, ubicada en Costanera y Querini, causó malestar y rechazo en buena parte de la población y turistas de la ciudad.


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De todas maneras, el atentado ambiental prosigue su curso, contando con el aval del Gobierno costero.