Chacarita igualó sin abrir el marcador, en su visita a Floresta. A pesar de perder el control del partido en breves lapsos, el equipo fue protagonista y creó varias situaciones propicias para marcar. La seguridad de Losas, el despliegue de Watson, el fútbol y la marca de Chaves, los buenos momentos de Pombo y el esfuerzo de Cocimano, lo mejor. Correcto debut desde el inicio de Federico Laurelli.
Por Gustavo Calle
Fiel a su estilo, esta vez sólo consiguió llevarse un importante punto de una cancha que en los últimos tiempos resulta adversa. Y lo hizo con autoridad y sin ceder el rol protagónico que identifica a este equipo. Incluso, sin brillar, Chacarita siempre fue superior al local, ante todo en gran parte del segundo tiempo, momento en el que pudo -y hasta mereció- ponerse en ventaja.
Más allá del desarrollo del encuentro y del resultado en sí mismo, el partido ante All Boys dejó sensaciones de crecimiento futbolístico y personal en algunos jugadores y ratificación, en otros. Entre los primeros, indefectiblemente Federico Losas demostró por qué es el arquero titular. Cortó todos los centros que cayeron en el área y tapó magistralmente un mano a mano en el primer tiempo. Ya en la parte complementaria, se quedó con un cabezazo cerca del final. Otro jugador que demuestra un progreso casi impensado es Sebastián Cocimano. En las últimas jornadas no sólo marcó goles importantes, sino que evolucionó significativamente en su juego individual y colectivo. En Floresta, tuvo un par de opciones claras para convertir, pero ante todo se destacó por su esfuerzo denodado para soportar a sus marcadores y abastecer a sus compañeros. Por su parte, para revalidar el buen momento futbolístico, Claudio Pombo y Matías Pisano constituyen los abanderados en este aspecto. El creativo hoy titular jugó un muy buen primer tiempo, en que le faltó más compañía en Brandán y Coquito Rodríguez. En tanto, Matute nuevamente fue desequilibrante en los minutos que cumplimentó en cancha. Consideración aparte para el debut como zaguero titular de Federico Laurelli. A pesar de dividir entre buenas y malas (más de las primeras), dejó la sensación de ser un jugador con muchas personalidad. El joven marcador central siempre eligió la salida limpia, aunque en un par de oportunidades no dudó cuando tuvo que despejar lejos, evitando complicaciones.

Chacarita es un equipo que muestra dos caras, en respeto de una línea de juego que tantas satisfacciones brinda desde la pasada temporada. Adoptar protagonismo –tanto en San Martín, cuanto de visitante-es la propuesta que mejor le sienta. En Floresta no fue la excepción. Incluso, las dos primeras modificaciones efectuadas por Aníbal Biggeri son la evidencia en este aspecto (Pisano y Salinas, por Meléndez y Brandán). Chaca va siempre en busca del triunfo, aunque en ocasiones peque de cometer algunos errores (como sucede en todo equipo de fútbol). A la hora de marcar al rival, muchas veces se desguarnece más de lo aconsejado. Porque, ineluctablemente, no es un equipo que no sepa hacerlo, sino que no siente ese juego. Situación, que por otra parte y dejando de lado el sufrimiento que esta coyuntura provoca en el hincha, aporta al fútbol en su esencia de juego.

Empate ante All Boys que dejó buenas sensaciones y conformismo por lo realizado en el terreno. Un punto que sirve (aunque quede cierto sabor amargo, pues se pudo haber llevado la victoria), porque se lo logró con armas nobles y sin abandonar el blasonado estilo ni resignar ni un ápice en la honesta propuesta.
CLAVES DEL PARTIDO
*Cocimano, en franco crecimiento. Luego de primeros partidos en que pareció no encajar en el sistema de juego, el centrodelantero en las últimas fechas no sólo anotó, sino que evolucionó en su juego. No muy dúctil con la pelota en los pies, se las ingenia para abastecer a sus compañeros y generar situaciones de gol. Se ganó la titularidad, a base de esfuerzo y buenas actuaciones.
*La seguridad de Federico Losas. El aún (cada vez menos) cuestionado arquero es otro de los futbolistas de mayor crecimiento en los últimos partidos. Ante All Boys transmitió tranquilidad a la defensa, cortó cada envío aéreo que cayó en el área y en sus manos se quedaron las dos únicas opciones de gol del local.
*Federico Laurelli. El juvenil zaguero central cumplió con creces en su primer desafío como titular. Gano y perdió con el robusto 9 rival, pero nunca desentonó, a pesar de cierta confusión en el final (y quizá algo de cansancio). Siempre se mostró para jugar en cada salida y no dudó cuando tuvo que despejar lejos. Por lo demostrado, el juvenil puede transformarse en una buena opción defensiva, para una zona (la zaga) en que se adolece de cantidad de futbolistas.