A diario se suman las denuncias de residentes costeros con respecto al pésimo y desidioso servicio en hisopados que se realiza en el hospital modular de San Bernardo, como única atención que se presta, en un horario más que acotado, en este centro cuasi sanitario.

A pesar de las declamaciones de los gobiernos nacional, provincial y comunal, la llamada popularmente Casa de Chapa costera permanece durante gran parte del tiempo cerrada, sin prestaciones, y con un patrullero como custodia. Carente de ambulancias y del equipamiento de alta tecnología prometido en enero pasado por el ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, en una de sus visitas al distrito, el hospital modular ni siquiera se utiliza, como sería lógico, para la exigua vacunación contra el COVID.