“Ser de Boca, ser de River es cualquiera. Ser de Chaca no se puede explicar” y claro: ¿cómo podríamos explicar que estuviéramos en el estadio con la lluvia torrencial que se había largado en la previa?
Verdaderamente una locura. Pero allí estuvimos pese a todo, junto al equipo de Mundo Chacarita para vivir el partido.
Tres cambios para el tricolor. La lesión de Rivero por Agustin Módula que estuvo a punto de quedar libre en el último mercado de pases, Re por Martínez (nuevamente desgarrado) y Lentini por Vazzoler.
Lo de siempre
Claramente, el diluvio que cayó en la provincia durante gran parte del día hubiera hecho que cualquier partido se suspendiera, como el de Brown vs Agropecuario y Morón vs Santamarina, pero como de AFA advirtieron que no quedaban fechas para reprogramar el encuentro, el arbitro Broggi dio el pitazo inicial.
Por supuesto que nada cambió de aquella derrota ante el conjunto tandilense, el lunes pasado. Si bien hay que tener en cuenta que el campo de juego no estaba en óptimas condiciones, Instituto dominó a su antojo el encuentro.
Claro, no era un partido para trasladar la pelota al ras del piso. Lo entendemos vos, yo y el vecino al que no le gusta el fútbol. El único que no lo entendió fue Matías Sánchez. El 10 es el encargado de hacer jugar al equipo pero en partidos como el de esta tarde, frenar la pelota es como jugar en contra tuyo.
¿Cuál es el punto más débil de este equipo? Los centros. Y desde allí llegó el primer gol: pelota al primer palo y Vegetti que aprovechó el resbalón de su marcador y metió un frentazo al travesaño que luego picaría dentro del arco. Otra vez 0-1 y al descanso. ¿Lo merecía? Sí. Era mejor y había llegado con más claridad.
Para la segunda mitad, Vivaldo lanzó a la cancha a Juani Álvarez Morinigo ¿Era necesario arriesgarlo después de una lesión a jugar en una cancha como la de hoy? No creo.
La segunda parte, un vendaval de emociones
Centro al punto penal, uno de los pocos bien ejecutados por Sánchez, Lentini gana en el aire y la pelota que iba en dirección al arco pega en la mano de un jugador rival. Broggi, al igual que todos los que estábamos en la cancha, no dudó y sentenció penal, que luego sería convertido por el mismo delantero, de flojo partido.
#BNacional | Gol de penal de Lentini para #Chacarita a los 54’ minutos de partido. Ahora empata 1-1 ante #Instituto. Vía: @MaziiRogel pic.twitter.com/b1lCAIUUtv
— ContraGolpe (@Contragolpe610) November 10, 2018
La cosa parecía encaminarse, pero una nueva pelota parada caería sobre el área defendida por Fernández. La fortuna jugaría para el conjunto visitante, ya que tras rebotar en Mendoza la pelota le quedaría servida a Vegetti para convertir nuevamente lo que era victoria parcial para el elenco cordobés.
Todo parecía terminar con una nueva derrota, porque Chacarita sintió el golpe del segundo tanto y no se pudo recuperar. Pelotazos a la carga de alguno que pudiera llegar y gracias. Nada hacia presagiar el desenlace del partido.
El milagro
Minuto 42, falta sobre Vazzoler en el semicírculo del área defendida por Chiarini. El mismo arco en el que el ex River había sufrido un gol en su última visita a San Martín con el equipo de Victoria. Leonardo Baima, quien había ingresado hacía pocos minutos, peleó con Alderete para patear ese tiro libre, hasta que el 11 tricolor se lo terminó cediendo. Bombazo al palo del propio arquero, imposible de atajar. Gol y empate agónico.
Gooool de Chacarita! Leonardo Baima y está impresionante obra de arte. El Carla de Chiarini en San Martín. pic.twitter.com/vtOcuTFHYD
— Relatos De Primera (@RelatosDPrimera) November 10, 2018
La única verdad es la realidad
Chacarita sigue sin jugar bien. Sigue sin mostrar recuperación, sigue sin tener una idea clara de juego. Responsabilidades hay muchas. Por supuesto la principal es la de Jorge Vivaldo, quien comanda este equipo. Hoy se logró un punto importante para lo que viene, con un campo de juego que se la bancó bien pero que no estaba en las mejores condiciones. Pero que este empate no tape el bosque.