El presidente de la Nación, Alberto Fernández, visitó por unas horas el Partido de la Costa, donde inmerso en su proselitismo habitual sólo se limitó a almorzar junto a funcionarios locales en una parrilla de San Bernardo y jugar un rato a la pelota en la playa.
Banalidad al extremo
Sin hacer ningún anuncio siquiera de mediana importancia, el jefe de Estado refrendó la estulticia retórica del “verano récord” y se arrogó haber sido el paladín del relato de la reactivación económica en pandemia. Por último, tildó como “exitoso” el plan de vacunación experimental contra el COVID llevado adelante por su gestión.