A pesar de haberse dictaminado la no obligatoriedad del uso del tapabocas, la cooptación lograda por la cultura plandémica de la nueva normalidad perdura y es mucha la gente que los sigue portando, sobre todo en lugares cerrados, como comercios y oficinas públicas y privadas. Incluso, en algunos lugares, de manera ilegal, continúan forzando a su utilización.
El régimen de la insalubridad
Inconcebiblemente, en algunos colegios del distrito, sobre todo primarios, se conmina a los niños no abandonar el insalubre barbijo, por lo que ya se han detectado distintas afecciones respiratorias entre los más pequeños.