Un fuerte rechazo generalizado en la comunidad costera causaron las amenazadoras declaraciones del titular de Obras Públicas local, Pablo Soto, quien conminó a sus subalternos a “conversar en forma amigable” con los trabajadores municipales que hace unos días se movilizaron en reclamo de mejoras salariales y laborales.
Soto, quien en su intimidación proclamó conocer los nombres de a quienes denominó “rebeldes”, además exigió tener en cuenta a los trabajadores que “se hallan en la otra vereda” del gobierno de Cristian Cardozo.
¡Qué miseria!
Vale recordar que los haberes del plantel comunal se encuentran en su gran mayoría bajo la línea de indigencia.