El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, y el intendente del distrito, Cristian Cardozo, volvieron a excederse en el argot y proclamaron ayer que esta temporada estival “romperá todos los récords históricos” en cuanto al movimiento turístico.
Incluso, con su burda jerigonza habitual, Kicillof aseveró que este verano tiene nombre y se llama “imponente”.
En tanto, Cardozo se acopló los ordinarios excesos verbales del mandatario provincial jactándose de que todo lo que su gestión hizo con respecto al turismo en 2022 “dio sus resultados”. Ambos encabezaron, en la víspera, un acto protocolar y demagógico, en el centro de Mar de Ajó.