Cristian Bellagamba, uno de los gerentes de ABSA, recibió a un grupo de vecinos que se movilizaron hasta la planta potabilizadora que la compañía posee en la ruta Interbalnearia cerca del acceso a Mar de Ajó, aunque no brindó ningún tipo de solución o respuesta positiva a los justos reclamos de los usuarios del anómalo servicio que “vende” la empresa conformada por capitales mixtos (privados y públicos del Estado bonaerense).
Sobre el anormal flujo del agua potable, Bellagamba sentenció descaradamente que “sólo afecta a casos particulares”, culpabilizando incluso a los clientes “que no deben tener en condiciones sus tanques y su instalación. Nosotros (por ABSA) limpiamos nuestros tanques dos veces al año”. (sic)
En tanto, responsabilizó a las escuelas de la zona Sur del distrito que en los últimos días debieron suspender las clases por falta de agua o por el color amarillento terroso en que se presentaba el vital elemento, al emerger de las canillas. “También es por falta de limpieza en los tanques”, arremetió Bellagamba.
Asimismo, reconoció que el Gobierno local “trabaja mancomunadamente con nuestra empresa”, intentando minimizar el hecho de que la gestión comunal haya anunciado la compra de 36 nuevas bombas para ceder a ABSA, en una clara maniobra de subsidiar la inversión de los sectores privados y públicos correspondientes al Estado provincial. De todas maneras, Bellagamba afirmó que del total de bombas (36), “sólo nos llegaron hasta el momento 13”.
Durante la emisión de la Radio Ha Vivido Equivocada de mañana (viernes 20), ampliaremos la información, en una entrevista que mantendremos con una de las organizadoras del reclamo, Evangelina Cordone.