Chacarita le ganó a Villa Dálmine en el final, por 1 a 0, con gol conseguido por el debutante Franco Pulicastro. El Funebrero fue un claro y paciente dominador durante todo el encuentro, pero en muchos pasajes pesó de inoperante a la hora de decidir la definición de las jugadas. Auspicioso debut, también, de Exequiel Beltramone, quien ingresó cuando transcurría el segundo tiempo
Por Gustavo Calle
Minuto 38 del segundo tiempo. Marcos Astina y el debutante Franco Pulicastro (más Chávez), a la cancha. Primera del ex Alavarado: centro desde la izquierda, con pierna derecha y la pelota que cae a las puertas del área chica. Primera del justamente ex Villa Dálmine: furibundo y exacto cabezazo y gol de Chaca. Los dos ingresados, para el uno a cero final. Un dos por uno, para que el equipo de Aníbal Biggeri se lleve tres puntos importantísimos para San Martín. Sobre todo de cara a los dos encuentros que vienen: Deportivo Maipú, como local, y visitar en Mendoza al líder del torneo: Independiente Rivadavia.
Antes del grito tan esperado, hubo muy buenas intenciones y muy malas decisiones en la puntada final. Muy similar a lo ocurrido una semana atrás, ante Deportivo Madryn. Aunque esta vez el desahogo arribó casi en el epílogo para poner, por búsqueda e insistencia, justicia en el marcador.
Con las mismas virtudes (intento de juego asociado para ir en búsqueda del arco rival, protagonismo con tenencia de pelota y paciencia –a veces exasperante-) e idénticas falencias (retroceso equívoco, líneas muy separadas e impericia en la definición de claras situaciones de gol), Chacarita plasmó en Campana, una vez más, la idea de su entrenador. Esta vez sin el capitán, Luciano Perdomo, y con Nicolás Gómez, quien redondeó una buena actuación hasta ser reemplazado por Exequiel Beltramone, de auspicioso debut con la tricolor.
Desde el inicio mismo, Chaca mostró superioridad sobre un local que indudablemente buscó cuidar su arco y apostar a algún esporádico contraataque, ya que lo antecedían siete derrotas consecutivas. Ante esto, sin traicionar su idea futbolística, el Funebrero generó menos de lo que elaboró. Sobre todo en los segundos 45 minutos ese celebrado empecinamiento se diluyó, hasta que Astina-Pulicastro decidieron lo contrario, cuando el encuentro parecía sellarse en otro empate increíble y difícil de digerir.
Más allá de la merecida victoria, Chacarita deberá mejorar en muchos aspectos. Principalmente en lo que consiste a la definición de las jugadas, un arma que había sido, hasta antes de estas últimas dos jornadas, sentenciosa.
De más está decir que como propuesta el equipo escoge asumir determinados riesgos, que incluso a lo largo del campeonato le han costado algunos importantes puntos (recordar los empates, por ejemplo, con Chaco For Ever, Mitre, Atlanta y hasta me animo a expresar con Quilmes). Por ello resulta imprescindible que convierta algunas de las muchas situaciones que genera. Tres claras, al menos en el primer tiempo, y otras tantas en el complemento. Pero que paradójicamente, la cantidad no refleja el dominio ostensible durante los 90 minutos. Es decir, durante la mayor parte del partido Chaca tuvo la pelota, pero a la inversa también en extensos pasajes del mismo no supo qué hacer con ella.
El triunfo sirve como acicate de impulso anímico, de cara a los dos partidos que se vienen ante los encumbrados cuyanos. Que lejos de ser determinantes, tendrán suma importancia de cara al decurso del equipo en el certamen. Más allá de ciertas cuestiones a corregir, mientras la idea y propuesta no se pierdan, las esperanzas seguirán intactas. Habrá, entonces, preponderantemente teniendo en cuenta la esencia y el flujo futbolísticos adoptados, volver a afiatar la puntería en los últimos metros.
En un plantel reducido en cantidad, con pocas variantes, algunos jugadores habitualmente titulares parecieran imprescindibles. Hoy, Beltramone y Pulicastro dieron sobrados motivos para anhelar un enriquecimiento en este aspecto. Por lo pronto, esta victoria conseguida ante un débil Dálmine (quizá el rival más endeble y vulnerable de la zona B) pueda permitir, a priori, reivindicar de cara a los cotejos consecutivos frente a los mendocinos los motivos por lo que Chaca es uno de los animadores principales del torneo.
CLAVES DEL PARTIDO
*Los ingresos de Astina y Pulicastro. Ambos, en la primera que tocaron, construyeron el gol de la agónica victoria. Centro del ex jugador de Alvarado y cabezazo del debutante a la red. Exequiel Beltramone, la otra incorporación para la segunda mitad del certamen, también cumplió, desbordando varias veces por derecha, aunque quizá le faltó –como al resto del equipo- culminar bien las jugadas.
*La importancia del triunfo. A pesar que cuando se logran los tres puntos valen lo mismo ante cualquier rival, esta victoria puede ser de suma importancia teniendo en cuenta los dos próximos encuentros: ante Maipú, como local, e Independiente Rivadavia, en Mendoza. No sólo porque permiten seguir encaramado en los primeros puestos, sino para renovar el impulso anímico antes de enfrentar a los cuyanos.
*Zanini y Correa. Más allá de no pasar sobresaltos importantes, otra vez el marcador central y el arquero fueron puntos altos en el equipo. Zanini viene demostrando desde casi el inicio del torneo –y sobre todo en las últimas cuatro o cinco fechas- una técnica envidiable, además de seguridad defensiva. Sin dudas, el apodo que mejor le quedaría, por características físicas y futbolísticas similares, es “Gamboíta”. En tanto, el arquero, así como en el partido anterior, se hizo presente para tapar un mano a mano, casi en el cierre.
*Como en la primera rueda y ante el mismo rival. Así como Astina y Pulicastro, en la primera pelota que tocaron ambos en el partido determinaron el gol de este último, en la primera parte del torneo, en San Martín, también los recién ingresados Racic y Gómez tuvieron una determinancia idéntica en aquella ocasión, siendo los protagonistas del tercer gol del equipo de Biggeri.
*Es para Bricco y Lavecchia que lo miran por TyC. El relator y el comentarista de la mercenaria transmisión televisiva, quienes muestran con evidencia su antipatía por Chacarita, seguramente masticaron su bronca con el gol de Pulicastro, a cinco minutos del final. A ambos, también les dedicamos esta nueva victoria del Funebrero.