¡GANÓOOOOOOOOOOO CHACARITA! Tras la insólita derrota ante Gimnasia de Mendoza, el funebrero se recuperó, jugó buen fútbol por momentos y ganó con justicia.
Viernes 16hs dispusieron los cráneos de A.F.A, en colaboración con el desA.Pre.Vi.De en San Martín y allí estuvimos.
Chacarita, con la buena noticia de que a ‘Coquito’ Rodríguez no le pasó nada de gravedad, y con la noticia fresca de las sanciones a los integrantes del CT, llegaba tras caer en Mendoza ante Gimnasia por 2 a 1 con el paupérrimo arbitraje de Lamolina. Por el otro lado, Central Cordoba (Sgo.), plagado de ex jugadores que pasaron por el funebrero (Carabajal, Unyicio, Burtovoy, Herrera y Bastianini) venía tras un viaje largo a hacer un buen papel en Villa Maipú.
La vuelta de Manso al primer equipo suponía que Menéndez tendría mucho más trabajo en cuanto a arrastrar marcas y el ‘Piojo’ tener más libertad para pensar el último pase a Cristian Milla.
Comenzó el partido y la lógica sucedía; Chacarita tenía más la pelota, y atacaba al conjunto santiagueño. Primero Milla, después Menéndez, luego Milla nuevamente, todas las pelotas al palo. La suerte no estaba del lado funebrero, hasta que a los 11’49” Paredes combina con Milla, éste, al mejor estilo Bordacahar, aguantaría ante la firme marca del central visitante y casi sobre la línea de fondo logra ganarle la posición y saca un remate violento que pega nuevamente en el palo (MALDITO Y BENDITO PALO) y en el rebote Aliendro, quien entraba libre, define al vertical del arquero Calviño que no pudo reaccionar y 1 a 0. Desahogo de un pueblo funebrero que no podía creer todavía la cantidad de tiros en el poste del funebrero.
Luego del 1 a 0, mermó un poco la presión del tricolor, pero seguía atacando, con Menéndez y Manso a la cabeza respaldados por un doble cinco que, en el primer tiempo, sintió poco la falta de Zapata. Una jugada fantástica a los toques podría haber definido el partido en el primer tiempo, pero el remate se fue apenas besando caño tras el toque sutil de Fernández. La visita no crearía situaciones de peligro en el primer tiempo, sino que la mayoría de las jugadas cercanas al arco de Taborda eran bien defendidas por Julián y Rocaniere (quien salió con un golpe en la rodilla que esperamos no sea nada grave).
El final del primer tiempo llegó con un funebrero descansando la pelota en sus medios, con sus atacantes bajando el ritmo y con la esperanza de que los defensores laterales levanten su nivel, que hasta ahora fue de pobre para abajo.
Comenzaba el segundo tiempo, y todos creíamos que Chacarita comenzaría atacando nuevamente e intentando el gol que le de la tranquilidad para poder tocar la pelota con más soltura. Pero esto no sucedió. La visita comenzó a atacar al arco defendido por Taborda y lo que atinaba la defensa funebrera era a rechazar, todo esto hasta los 34′ cuando Manso filtraría un pase precioso a espaldas del único central que quedo defendiendo y Milla, con el arco disponible y el arquero a medio adelantarse, definió a uno de los ángulos para la tranquilidad de todos los funebreros que estábamos en San Martín.
2-0 que pudo aumentarse, si el travesaño (otra vez un palo) hubiese estado dos centímetros más arriba, porque en una contra para Chacarita, Milla de espaldas al arco tocó para Nizzo, éste para la entrada al área de Manso, quien la picó magistralmente ante la mirada atónita de Calviño, que suspiró al ver que la pelota no cayó dentro del arco y luego le tapó dos mano a mano increíbles a Soto Torres, ingresado en el complemento.
Ganó Chacarita, y si bien había mostrado un poco del juego que a todos nos gusta en Mendoza, no se pudo traer la victoria. Hoy, de la manera en que se dio, con la contundencia con la que se ganó, Chacarita mostró la otra cara de la moneda. Esperemos que sigamos de este lado.
Jonatan Gramuglia