Chacarita cayó inapelablemente ante Defensores de Belgrano, por 4 a 1, y prosigue sin hallar el nivel futbolístico del estilo que lo distinguió desde 2023 hasta las primeras tres fechas del certamen. El juvenil Maximiliano Meléndez debutó en la red, abriendo el marcador en San Martín. A partir de allí, todo fue desconcierto y desacoples.
Por Gustavo Calle
Infortunios (accidente de tránsito sufrido por Luciano Perdomo, la persona asesinada en la primera fecha y el botellazo recibido por Brandán arrojado por plateístas de Tigre, en Copa Argentina, entre otros puntos aún no transparentes en cuanto a diferentes aspectos institucionales); lesiones sistemáticas y continuas (algunas graves, como la de Ramiro Costa) y hasta dos casos confirmados de dengue (Coquito Rodríguez y Tobías Fernández) parecieran consustanciarse como síntomas que definen este muy mal presente futbolístico de un equipo que hoy aparece desconocido y en el mejor de los casos, ciclotímico. Chaca volvió a perder (esta vez por goleada, en condición de local), pero peor aún: fue un cúmulo de desaciertos, básicas equivocaciones posicionales, sin reacción y con actuaciones individuales muy por debajo del nivel que sus mismos nombres (Brandan, Pisano, Pombo, por ejemplo) en teoría y en la práctica podrían asomar como inesperadas.
Hasta el gol de Meléndez, el equipo de Biggeri fue superior a su rival. Sin mostrar el fútbol y las asociaciones acostumbradas, Chacarita se las ingenió para adueñarse del encuentro y acaparar la pelota. Verdad que no generó situaciones claras para convertir, pero tampoco la visita llegaba a inquietar a Federico Losas. Llegó el tanto del juvenil volante (buena jugada preparada, tras un tiro libre) y a partir de allí lo impensado. El equipo fue perdiendo primacía y en un rapto los capitalinos se encontraron con un triunfo parcial, luego de un remate desde afuera del área y una pérdida de balón por parte de Rodrigo Salinas en mitad de cancha que halló, como es habitual, a un equipo absolutamente descompensado defensivamente.
A los rojinegros le bastaron pocos minutos en la segunda parte para sentenciar la goleada. Y nuevamente los inconcebibles errores posicionales le simplificaron la tarea. De allí al final, el Tricolor no supo a qué jugar. Con sus generadores de fútbol ausentes y con más jugadores que debieron dejar su lugar por lesiones (Chaves y Meléndez), los de Biggeri deambularon por el campo casi sin inquietar al golero visitante. Sólo podemos contabilizar un par de llegadas (la más clara, en los pies del joven de 17 años, debutante, Pablo Ortiz, que Laumann alcanzó a desviar con lo justo, en un gran cierre).
Retroceso
Después de haber mostrado una mejoría en el juego ante Estudiantes en la fecha pasada, el Funebrero retomó el camino menos esperado. Fue derrota inobjetable, pero mucho más que por el abultado marcador final, por la inexpresividad de un equipo que parece haber olvidado su marca registrada.
CLAVES DEL PARTIDO
Poco y casi nada. En el marco de un panorama desalentador desde lo colectivo e individual, sólo la prodigalidad de Nicolás Watson, el esfuerzo y el gol de Maximiliano Meléndez y algunos pocos embates confusos de Exequiel Beltramone se pueden dificultosamente destacar en un equipo que volvió de manera exacerbada a defeccionar. Bajo nivel futbolístico en Fernando Brandán y Claudio Pombo y mediocridad reinante en el resto.
La efectividad del visitante. Cuatro llegadas, misma cantidad de goles. Más allá de la sentencia, el conjunto capitalino manejó a su antojo el partido, desde que consiguió el empate promediando el primer tiempo. Aprovechó a la perfección los errores primarios de Chacarita y supo marcar la diferencia adjudicándose un triunfo inobjetable y con mucha autoridad.
La incierta espera. Pasó más de un mes desde que el presidente de la institución prometió brindar una conferencia de prensa para detallar aspectos de la concesión del sector de la sede social en CABA que da a Federico Lacroze. Hasta el momento se desconoce por completo cuáles son las pautas de la privatización encubierta de un área muy preciada para los socios del club. Incluso, en el frente de ingreso ya se ocultaron los colores que identifican a la entidad y se encuentra pintado de una inconcebible tonalidad amarronada.